El orgullo
de la tradición
Vicente Peris, fundador de la empresa allá por 1944, siguiendo la tradición familiar decidió crear la marca VICENTÍN situando la imagen de su primogénito vestido con un traje Torrentí de principios del siglo XX, típico de la fiesta de las fallas valencianas. El joven Vicente Peris hijo pasó a llamar la atención del consumidor con su inocencia infantil en las etiquetas de Melón Piel de Sapo y Sandía que su padre vendía en los mercados de Madrid y Barcelona.

Esta etiqueta se convirtió en un icono entre los productos de la huerta valenciana debido a su sencilla personalidad. Hoy puede resultarnos impensable situar una imagen de un familiar en un distintivo comercial, pero entonces el prestigio de las marcas se asociaba a personas e identificar un producto con lo más preciado era una señal de compromiso y dedicación a la calidad.
Han pasado los años y la figura del “xiquet faller” ha evolucionado desde una foto familiar hasta un diseño gráfico que recoge la síntesis de generosidad y bondad del niño de la huerta. Este nuevo símbolo de la personalidad de Vicentín respeta la memoria familiar y capacita a la marca para afrontar los retos de la nueva comunicación y las redes sociales. En poco tiempo formará parte del patrimonio cultural y comercial de todos los fans del melón y la sandía de calidad gourmet.